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MUGO madera y piel

Por qué elegí la madera como material y acabó siendo el hilo conductor de mis colecciones.

Bolsos de madera, no completamente de madera, pero ya me entendéis. El bolso Mugo y el bolso Cembra son los dos primeros diseños en los que empecé a experimentar con la madera. La elección era, aunque no disruptiva, muy poco usual. Tal vez os preguntéis -porque me lo preguntáis mucho- qué es lo que tiene de especial la madera para mi, por qué elegí hacer bolsos de madera. Incluso yo muchas veces me he preguntado qué tiene la madera que tanto me atrae.

Hace tiempo leí en un artículo sobre los beneficios en la salud del uso de la madera en nuestro alrededor. Es algo que nunca me había parado a pensar pero que si profundizas un poco en el estudio de las propiedades de la madera (hay estudios que lo corroboran) te das cuenta de que esta afirmación es cierta. Y ¿por qué no utilizar esas propiedades para crear mis bolsos de madera?

La madera es un material natural, orgánico como el ser humano, está presente en el origen de toda vida en el planeta, a través de la captación de la luz solar y del proceso por el que limpian el aire y generan oxígeno, que es imprescindible para nuestra supervivencia. Nuestros vínculos con la madera son diferentes a los que tenemos con cualquier otro material, y mucho más especiales.

La madera, no la de mis bolsos de madera, sino la madera como material, nos entra por todos los sentidos:

En cuanto a la vista, la madera embellece, es confortable y da calidez a los objetos o espacios, además debido a la gran variedad de árboles que existen, hay a su vez gran variedad de maderas con diferentes colores y vetas.

El olfato: al igual que con los colores, la madera, según el tipo de árbol del que se extrae tiene olores muy diferentes entre sí. Por algo los perfumes suelen llevar madera entre sus esencias.

Al tacto: cuando se trabaja (aquí hablo por la experiencia creando mis bolsos de madera), es muy agradecida y en cuanto a su acabado, la textura es suave y cálida, por sus propiedades aislantes. De hecho, andar descalzo por un suelo de madera, en mi opinión, es un gustazo.

Al oído: todos sabemos como cruje un suelo antiguo de madera al pisarlo, algo que no sucede en otro tipo de suelos.

¿Y el gusto? Ese sabor especial que la madera da a la comida al cocinarla en un fuego de leña ¿Verdad que nada tiene que ver con cocinar con una vitro? Nos deja ese sabor inconfundible y que nos trae una sensación hogareña.

Todas estas propiedades hacen que cada vez más el ser humano busque estar cerca de la madera. Porque está claro que seguimos buscando esa conexión con nuestros orígenes, y la naturaleza y este material lo consiguen. Es por eso que cada vez más productos se hacen de madera y entre ellos están mis bolsos de madera. Un vez más tratando de recoger esa esencia en un complemento.

Y ahora contadme, ¿por qué sentido os parece que la madera os llama más?

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